¿Por qué soy homosexual / bisexual?
Hasta hoy no existe una respuesta científica exacta a esta pregunta. Parece ser que la orientación sexual es el resultado de la combinación de diversos factores biológicos, psicológicos, sociales y culturales. Ser homosexual o heterosexual no es una elección que hacemos; una persona homosexual o bisexual tan sólo puede decidir si quiere o no mostrar abiertamente su homo/bisexualidad.
¿Es grave insultar a otra persona diciéndole “maricón” o “tortillera”?
Un insulta desprecia una parte de la identidad de una persona y puede herirla. Igual que un insulto racista o sexista, un insulto homófobo tendrá como consecuencia un sentimiento de rechazo y una baja estima de si mismo/a. El racismo y la homofobia funcionan con los mismos mecanismos de rechazo a la diferencia. “Maricón” es un insulto tan grave como “moro de mierda”.
Los/as homosexuales… ¿son transexuales?
Los/as transexuales son personas que no se sienten a gusto con el sexo biológico con el que han nacido (se trata de la identidad de género). El cuerpo y la mente de estas personas sólo pueden armonizarse gracias a modificaciones físicas y hormonales que les permiten cambiar de sexo. La identidad de género y la orientación sexual no están relacionadas, y la inmensa mayoría de los/as homosexuales no quieren cambiar su sexo.
En una pareja de homosexuales ¿quién hace de hombre y quien de mujer?
Mucha gente piensa que en las relaciones de pareja cada persona tiene atribuido un único rol: femenino o masculino. Sin embargo, en una relación de gays o de lesbianas, no tiene mucho sentido querer atribuir el rol femenino a uno de los dos hombres o el rol masculino a una de las dos mujeres. Si nos fijamos con atención en cada persona nos daremos cuenta de que cada cual presenta características que, tradicionalmente, atribuimos tanto a hombres como a mujeres.
¿Por qué los gays son afeminados? ¿Por qué las lesbianas son masculinas?
Tenemos una imagen estereotipada de los/as homosexuales, transmitida por el cine, los medios de comunicación… Es cierto que hay gays afeminados y lesbianas de apariencia masculina. Pero la mayoría de los/as homosexuales non se distinguen de los/as heterosexuales por su apariencia. Ellos y ellas son, justamente por eso, menos visibles y apenas se los/as identifica como homosexuales. Recuerda que existen tantas formas de vivir la propia homosexualidad como personas homosexuales, y que por tanto no se puede generalizar sobre un colectivo de tantos individuos diferentes.
¿Por qué los gays y las lesbianas se encierran en ghettos?
Históricamente un ghetto es un lugar donde se concentraba a una población determinada contra su voluntad para exterminarla. No deberíamos por tanto denominar así a barrios como Chueca que agrupan a comercios dirigidos a una clientela homosexual. Pero, ¿Por qué a los gays y a las lesbianas les gusta juntarse en lugares específicos? Desde nuestra infancia, a todos los/as jóvenes, homosexuales y heterosexuales, se nos educa para ser heterosexuales, y se nos presenta una imagen negativa de los/as homosexuales. Para desarrollar su identidad y sentirse bien consigo mismos/as, los/as homosexuales necesitan espacios de libertad en los que no estar expuestos a miradas o insultos desagradables. En los últimos años el número de este tipo de lugares ha aumentado: tiendas, bares, discotecas, asociaciones… destinados principalmente a una población gay y lésbica. Pero los/as homosexuales no están únicamente en el ambiente gay y lésbico, pues en su vida cotidiana están presentes en tu barrio, en el instituto, en la universidad, en el trabajo…
¿Los/as homosexuales pueden tener hijos/as?
Los/as homosexuales pueden, en general, al igual que cualquier persona, tener hijos/as. En España miles de niños/as son educados/as por familias “homoparentales”. Cientos de estudios de psiquiatras, psicólogos y especialistas en infancia de diferentes países (Canadá, Estados Unidos, Francia, España, Noruega, Inglaterra…) llegan a la misma conclusión: los/as niños/as educados/as en familias homoparentales no presentan problemas específicos de equilibrio psicológico o identidad sexual. En 1991 la Asociación Americana de Psicología afirmaba que estos/as niños/as no tenían más problemas psicológicos que los/as demás. En cuanto al tema de las bromas que pueden padecer los/as niños/as de gays y lesbianas por parte de otros/as niños/as, se puede establecer un paralelismo con lo que ocurre con las familias de las minorías étnicas: los/as hijos/as pueden tener que afrontar discriminaciones, pero aprenden a combatirlas, fundamentalmente con ayuda de sus progenitores. En febrero de 2002 la Academia Americana de Pediatría, que agrupa a más de 55.000 médicos, anunció que no hay ninguna razón legítima para impedir a un individuo o a una pareja homosexual ser padre/madre.
¿La religión prohíbe la homosexualidad?
El Antiguo Testamento contiene tan sólo 2 pasajes referidos a la homosexualidad. El Levítico contiene una larga lista de mandatos, entre los que se encuentran “la prohibición de que los hombres se acuesten los unos junto a los otros” y “el derecho a poseer esclavos siempre que sean comprados en una nación vecina”. Es sorprendente que hoy en día sólo el mandato referido a la homosexualidad sea aún determinante, mientras que los otros no se toman en serio. En cuanto al conocido mito de “Sodoma y Gomorra“, Dios destruyó la ciudad de Sodoma, no por culpa de la homosexualidad de sus habitantes como se suele decir, sino porque intentaron violar a viajeros que solicitaron hospitalidad. En el Corán no podemos encontrar ningún mensaje referido a las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo. De hecho, las sociedades musulmanas no consideran que las relaciones anales sean un pecado en si mismas. Sin embargo condenan a los hombres que mantienen contactos anales pasivos porque esto es incompatible con el rol tradicional masculino.
¿La homosexualidad es una enfermedad?
Hasta el siglo XIX la homosexualidad estaba considerada como un problema moral. A continuación la medicina se interesó por el tema para definir la homosexualidad como una patología. Los especialistas en salud mental han buscado sus causas e incluso han intentado “curarla”, con terapias más o menos crueles que no consiguieron cambiar la orientación sexual de ninguna de las personas “tratadas”. En 1973 la Asociación Psiquiátrica Americana quitó la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales. En 1993 la Organización Mundial de la Salud declaró que la homosexualidad es una variante natural de la sexualidad humana. Hoy en día ninguna asociación médica, psicológica o psiquiátrica considera la homosexualidad como una enfermedad. Se ha comprobado que los estudios que condenaban la homosexualidad o la catalogaban como desviación estaban basados en los prejuicios sociales y en los lógicos problemas psicológicos que presentaban los homosexuales en entornos sociales muy intolerantes hacia ellos
¿Por qué los/as homosexuales son más promiscuos?
Eso es en gran parte un tópico. Las personas que tienen un número de compañeros sexuales muy superior a la media en cuanto homosexuales, lo que hacen es realizar sus deseos. El número de compañeros sexuales que desearían tener los heterosexuales, según varios estudios, es muy superior al que compañeros sexuales que realmente consiguen. Si no realizan sus deseos es porque existe mayor dificultad para relacionarse. En cualquier caso, el tener un número elevado de compañeros sexuales no tiene porqué tener connotaciones peyorativas.
¿Existen profesiones específicas para lesbianas y gays?
No. Los/as homosexuales pueden tener cualquier profesión. Sin embargo, en sociedades intolerantes es habitual que los/as homosexuales ejerciten profesiones en las que resulte más fácil ser aceptado como homosexual (actividades artísticas, etc.)
¿Los/as homosexuales tienen más posibilidades de contraer el SIDA?
No. El hablar de SIDA como enfermedad principalmente de homosexuales y toxicómanos, es una desinformación como consecuencia del elevado número de contagios entre homosexuales que hubo en un principio. Ten presente que el SIDA se contagia por prácticas sexuales de riesgo, independientemente del sexo de nuestra pareja.
¿Qué es la homofobia?
Homofobia es el nombre que se da a las conductas de condena y rechazo de la homosexualidad o de los gays y las lesbianas. Algunos psicólogos la han definido como el miedo irracional y persistente a los homosexuales. La homofobia puede tener muchas caras: violencia directa, institucional, social, etc. En los centros educativos son comunes los chistes sobre la orientación sexual, los términos “marica”, “maricón” o “bollera” utilizados como insultos… Este uso del lenguaje violenta a los jóvenes gays o lesbianas que lo escuchan. Les advierte del peligro de expresar libremente su orientación, les destroza su autoestima y les hace vivir en el miedo a ser rechazados.
¿Cómo puedo ayudar a combatir la homofobia?
Por ejemplo cuidando el vocabulario empleado y teniendo en cuenta que nuestros/as interlocutores/as pueden ser lesbianas, gays o, al menos, con dudas sobre su sexualidad. Se ha hecho un esfuerzo importante por erradicar el sexismo del sistema educativo. Este esfuerzo puede aplicarse igualmente a la orientación sexual. Cuando se le habla a una chica de la posibilidad de tener pareja, por ejemplo, no se debe dar por sentado que ésta será un chico.
¿Qué supone salir del armario?
El reconocimiento de la propia homosexualidad se conoce habitualmente como “salir del armario”. Se trata de una experiencia específica de lesbianas y gays, los/as heterosexuales no tienen que pasar por esta fase porque se da por supuesto que lo son. Este particular rito de tránsito puede ser muy duro y complicado. La decisión de “salir del armario” debe tomarla cada persona cuando lo considere oportuno, eligiendo cuidadosamente el momento y las personas en las que se puede confiar. No es preciso contarlo a todo el mundo: nadie debe obligar a lesbianas y gays a callar, pero tampoco a decirlo.
¿Cómo reaccionan los padres y las madres?
Depende del talante y la ideología de cada progenitor, así como de sus propias experiencias vitales. No obstante, suelen atravesar unas etapas comunes: choque, negación, sentimiento de culpa, expresión de sentimientos, toma de una decisión personal. Padres y madres deben tener claro que no hay culpa ninguna y que ellos/as no han influido en nada en la orientación sexual de su hijo/a.
Federación COLEGAS
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