Canto por un muchacho

Clérigo veronés anónimo (Siglo IX)
Este es un canto de un clérigo a un muchacho al que un rival ha tomado por él.

Oh admirable dolor venerado
perfecciona tu cuerpo y nada deplorable!
El sol y las estrellas y lo que se ve en el firmamento
ellos son como tu, y el Señor los hace permanente.
La muerte traicionera no hiere su cabello,
cual aguja giratoria, ella cuidara de ti.
Con ganas, muchacho, imploro y devotamente
pregunto por Lachesis para que te cuide como un tesoro,
Hermana de Atropos - deja que su amor le cubra,
Compañero de Neptuno, y que Thetis le vigile mirando por él.
Cuando en el río los marinos me olviden!
Como puedo volar sin lamentarme?
Esto para la vista de mi amante y molestarme?
Piedras de la sustancia del duro corazón maternal, él
Que el suyo se echa al hombro que lo hace hombre naturalmente;
una de esas piedras es ese niño que con desdén
Desdeña los discursos que pronuncio, oh, dolorosamente!
La alegría que es mía será el mañana de mi rival.
Mientras yo para mi cervato soy como un mentor de vendaos!